Viña Terruña

Viña Terruña se encuentra en Magdalena Alto «sector que antes pertenecía a parte de La Magdalena» – Coelemu, en pleno corazón del valle del Itata, y nace del legado y la tradición vitivinícola de la familia Arteaga Parra. Sus viñedos han permanecido en la familia durante generaciones y son parte de la histórica hacienda La Magdalena, un importante polo vitivinícola desde 1613, época en que era administrado por los jesuitas.

En la actualidad, son sus mujeres, Alicia Arteaga Parra y su hija Katherine Concha Arteaga, las encargadas de dar continuidad a este excepcional terroir, impulsadas por la pasión de preservar el legado del vino. Su filosofía se centra en establecer una conexión armónica con la naturaleza, basada en la observación y comprensión de sus ciclos y cambios, para elaborar vinos nobles con cepas patrimoniales que expresan su terroir, biodiversidad y bosque nativo.

Coelemu (en mapudungún: koa lemu ‘Bosque de lechuzas’)2 es una comuna y ciudad de la zona central de Chile; su capital es la ciudad de Coelemu. Es parte de la provincia de Itata, en la Región de Ñuble. Las principales actividades locales son la tradicional producción de vinos y la industria forestal. Un 63,98% de la superficie comunal está cubierta de plantaciones forestales.

Coelemu se encuentra ubicada geográficamente en la zona costera de la Región de Ñuble, lo que le otorga un entorno natural privilegiado. Su rica tradición vinícola se remonta a siglos atrás, siendo reconocida por la calidad de sus vinos. Los viñedos de Coelemu se extienden por hermosos paisajes, aprovechando el clima y la tierra fértil de la zona para producir variedades de uva de excelente sabor y aroma.

Además de su belleza natural y actividades económicas, Coelemu ofrece a sus habitantes y visitantes una rica historia y cultura. El patrimonio arquitectónico de la ciudad refleja la influencia colonial española, con iglesias y casas antiguas que se destacan en el paisaje urbano. También se celebran diversas festividades a lo largo del año, donde se resaltan las tradiciones locales y se promueve la identidad cultural.

En resumen, Coelemu es una comuna y ciudad chilena que destaca por su producción de vinos, industria forestal y encanto natural. Sus habitantes se enorgullecen de su rica tradición y historia, convirtiéndola en un lugar digno de conocer y disfrutar.

La comuna se extiende, principalmente, sobre la Cordillera de la Costa. Limita al oeste con el Océano Pacífico; al este con Ránquil; al norte con el río Itata, que la separa de Treguaco y Portezuelo; y al sur con Tomé, siendo esta última comuna parte de la provincia de Concepción en la Región del Biobío. Coelemu, la ciudad cabecera comunal, se encuentra rodeadas de colinas de la Cordillera de la Costa, ubicada en las coordenadas 36º 29´S y 72º 42´O.

El Valle del Itata es por antonomasia el territorio vitivinícola más importante de la región del Ñuble. Emplazado en la provincia de Ñuble, con una superficie de 3.735 km2, cobija actualmente a 9 comunas y más de 80.000 habitantes que se dedican principalmente a la producción de mostos blancos y tintos provenientes de añosas cepas, en al menos 10.500 hectáreas de lomas plantadas. Su vocación productiva de más de 500 años de existencia reconoce sus raíces en la conquista española, período en el cual se lanzó el cultivo de la vid y la comercialización de chicha, vinos y aguardiente, a través de la operación evangelizadora de la Compañía de Jesús, consolidando una población campesino-mestiza especializada y dispersa por el territorio en pequeñas y medianas unidades campesinas. Cucha Cucha, Conuco, Perales, «La Magdalena«, fueron algunas de las colegiaturas y misiones jesuitas que jugaron un rol significativo en este proceso (Sánchez Andaur, 2006), y que aún pueblan la memoria de sus actuales habitantes, constituyendo en su momento focos económico-productivos y comerciales que sentaron las bases para la configuración del “paisaje del vino pipeño” (https://www.cetsur.org/wp-content/uploads/2016/09/VINAS-Y-TONELES-DEL-ITATA_FINAL.pdf)

La nominada Magdalena llegó a ser la mejor estancia de toda aquella región.

Una de las primeras estancias donadas a los jesuitas en el 1613 a 1767 (tiempo jesuita). En el año 1613, se han encontrado los primeros registros de viñedos de esta hacienda. 

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